CHINA-AFRICA: Colaboración que nutre
La nación asiática ha elevado sus nexos con los pueblos africanos hacia una asociación estratégica. El hambre se combate también con esa solidaridad
Por MARÍA VICTORIA VALDÉS RODDA, DE BOHEMIA, REVISTA CUBANA www.bohemia.cu
El mundo está más ensangrentado de lo habitual. Una serie de atentados terroristas han dejado su macabra huella desde Manchester, Gran Bretaña, hasta Teherán, Irán. Y es sensato entonces que por estos días los titulares de noticias difundan y hurguen en el tema, sin embargo, lo que nunca será un ejercicio equilibrado de nuestra profesión es silenciar otros crímenes porque se considere que unas muertes valen más que otras.
Tal es el caso de la catastrófica situación de millones de africanos, ya sea por falta de agua o de comida. Por eso considero de vital importancia traer a la palestra pública desde Bohemia una nota de la Agencia Noticiosa Prensa Latina y que lastimosamente ha pasado casi inadvertida a pesar de la marca positiva que dejará en Sudán del Sur la donación del gobierno chino de cinco millones de dólares. Esta ayuda será canalizada a través del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y deberá proporcionar asistencia alimentaria a 160 mil personas de la nación más joven del mundo.
Como herencia del colonialismo una parte del Planeta sigue inmersa en problemas y conflictos derivados de la opresión de las principales potencias; léase España, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia y hasta Japón. Más recientemente Estados Unidos con la diseminación de bases militares y la intrusión en los asuntos internos de los países, también tiene su cuota de responsabilidad. Este es un adeudo incuestionable, pero aun con esa carga moral y material, son pocos los que deciden solidarizarse y actuar consecuentemente con sus declaradas posturas de política exterior, vertidas por ejemplo en las Naciones Unidas.
Y a pesar de los intereses comerciales y económicos que tiene la República Popular China en África, lo cierto es que sus vínculos con los pueblos y gobiernos africanos no se reducen únicamente a beneficiarse con la compra de materias primas. También contribuye, igual que Cuba, a la preparación de recursos humanos y a proyectos de colaboración como el de paliar la desnutrición de al menos 30 mil niños pequeños (menores de cinco años) en Sudán del Sur, los seres más vulnerables de una guerra interna que ya va para tres años de duración.
Joyce Luma, representante del Programa y directora en ese país africano, reconoció que “la contribución de China nos permitirá continuar con nuestro apoyo para fortalecer la línea de vida para millones de sur sudaneses”. En total, unas 5,5 millones de personas sufren en territorio nacional inseguridad alimentaria, según el PMA. Ahora el aporte chino permitirá adquirir y distribuir unas dos mil 400 toneladas métricas de sorgo, alimento básico de esa zona.
Por su parte el embajador del gigante asiático, He Xiangdong, tal y como consta en el despacho de PL, fechado en Juba, la capital de Sudán del Sur, resaltó que “el deterioro de la situación humanitaria debido al conflicto y la inestabilidad en Sudán del Sur es alarmante y China, como un verdadero amigo, está dispuesta a apoyar al país a través de canales bilaterales y multilaterales”.
Sería muy efectivo para lograr un clima de confianza y paz a nivel internacional, que Occidente y Estados Unidos dejaran de señalar a China como “otra potencia colonizadora” porque con esto se va creando una matriz de opinión muy negativa, y relega a segundo plano la esencia del asunto: El gobierno y el Partido Comunista chino, e incluso los empresarios privados que invierten en África, no le exigen ningún condicionamiento político y mucho menos pretende, como la Casa Blanca la de todos los tiempos, que siga sus mismos preceptos de democracia.
Esto para nada justifica la situación de Guerra en Sudán del Sur, en donde la ONU situó 10 mil Cascos Azules, en un intento por mediar en un conflicto que afecta a 12 millones de personas. Desde diciembre de 2013, a dos años de su independencia, estalló un enfrentamiento entre el presidente Salva Kiir y su vice Reik Machar. El primero de la etnia dinka y el segundo de la etnia nuer.
Y llegado a este punto recuerdo la celebre frase victoriana de “Divide y vencerás” que le ha costado tanto a las nacionalidades del llamado Tercer Mundo. Como siempre la principal afectada es la población: Para Sudán del Sur se calcula en más de tres millones y medios de desplazados- en Uganda hay un millón 300 mil refugiados, y en el vecino Sudán (del que se desprendió) hay otros 350 mil. Guadi Calvo, analista Internacional argentino, especializado en África, Medio Oriente y Asia Central escribió en Rebelión que esta guerra “ha provocado, la destrucción de miles de sembradíos por lo que el país está técnicamente en estado de hambruna desde febrero de 2016”.
De ahí que sería adecuado y éticamente correcto que la Gran Prensa le reconociera este gesto a China, pero sería como pedirle “peras al olmo”, puesto que esos medios de comunicación están estrechamente relacionales con las transnacionales cuyos intereses en África los vuelven automáticamente enemigos de los chinos.
Presencia añeja
No obstante, hay una variable que se escapa a esa animadversión. Bohemia.cu publicó por el 25 de mayo, Día de África, una entrevista a Sidenio Acosta, especialista de África subsahariana, del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, MINREX, quien hizo memoria de que “los primeros mercaderes chinos llegaron a África Oriental en el siglo XV, en lo que fuera una misión comercial. La presencia de China en África comienza a ser significativa a partir del período de descolonización. China aumentó progresivamente su cooperación con el continente africano, para llegar en esta última década a convertirse en uno de los principales socio comerciales de África. En la actualidad Occidente se muestra preocupado con la creciente participación de China en diversos proyectos de desarrollo en el continente. China ha representado para África una opción de intercambio de mutuo interés y beneficios, donde se hace evidente para los países africanos la cooperación en diversos sectores socioeconómicos”.
La tendencia es hacia el incremento: el volumen comercial entre China y los países africanos aumentó un 16,8 por ciento interanual en el primer trimestre de 2017 y se situó en 38 mil 800 millones de dólares. Las importaciones chinas de África aumentaron un 46 por ciento, hasta los 18 mil 400 millones de dólares, y las exportaciones bajaron un uno por ciento interanual, hasta los 20 mil 500 millones de dólares, en comparación con una reducción del 18 por ciento durante el mismo periodo del año anterior.
Sun Jiwen, portavoz del Ministerio de Comercio, atribuyó el crecimiento a la implementación de 10 importantes programas de colaboración propuestos en la Cumbre de Johannesburgo del Foro de Cooperación China-África en 2015, que incluyen préstamos libres de interés y políticas preferenciales. Aseveró asimismo que las dos partes buscan suscitar la cooperación económica bilateral y llevarla a un nivel superior este año.
Entonces, en el precepto martiano de que “Honrar, honra”, es más que merecido destacar una “simple” nota de una agencia latinoamericana de noticias. En primer lugar, porque también gracias a gestos solidarios como estos es que la Revolución cubana ha logrado sobrevivir al bloqueo estadounidense, “compartiendo lo que tenemos, no lo que nos sobra” con nuestros ancestros africanos, convencidos de que ellos mismos entenderán la ventaja de solucionar sus diferencias en paz.
Ver también:
ÁFRICA: Conjurar el fatalismo (+ video)
Cuba y África: “…como una fuente de agua durante un viaje largo”
Tal es el caso de la catastrófica situación de millones de africanos, ya sea por falta de agua o de comida. Por eso considero de vital importancia traer a la palestra pública desde Bohemia una nota de la Agencia Noticiosa Prensa Latina y que lastimosamente ha pasado casi inadvertida a pesar de la marca positiva que dejará en Sudán del Sur la donación del gobierno chino de cinco millones de dólares. Esta ayuda será canalizada a través del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y deberá proporcionar asistencia alimentaria a 160 mil personas de la nación más joven del mundo.
Como herencia del colonialismo una parte del Planeta sigue inmersa en problemas y conflictos derivados de la opresión de las principales potencias; léase España, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia y hasta Japón. Más recientemente Estados Unidos con la diseminación de bases militares y la intrusión en los asuntos internos de los países, también tiene su cuota de responsabilidad. Este es un adeudo incuestionable, pero aun con esa carga moral y material, son pocos los que deciden solidarizarse y actuar consecuentemente con sus declaradas posturas de política exterior, vertidas por ejemplo en las Naciones Unidas.
Y a pesar de los intereses comerciales y económicos que tiene la República Popular China en África, lo cierto es que sus vínculos con los pueblos y gobiernos africanos no se reducen únicamente a beneficiarse con la compra de materias primas. También contribuye, igual que Cuba, a la preparación de recursos humanos y a proyectos de colaboración como el de paliar la desnutrición de al menos 30 mil niños pequeños (menores de cinco años) en Sudán del Sur, los seres más vulnerables de una guerra interna que ya va para tres años de duración.
Joyce Luma, representante del Programa y directora en ese país africano, reconoció que “la contribución de China nos permitirá continuar con nuestro apoyo para fortalecer la línea de vida para millones de sur sudaneses”. En total, unas 5,5 millones de personas sufren en territorio nacional inseguridad alimentaria, según el PMA. Ahora el aporte chino permitirá adquirir y distribuir unas dos mil 400 toneladas métricas de sorgo, alimento básico de esa zona.
Por su parte el embajador del gigante asiático, He Xiangdong, tal y como consta en el despacho de PL, fechado en Juba, la capital de Sudán del Sur, resaltó que “el deterioro de la situación humanitaria debido al conflicto y la inestabilidad en Sudán del Sur es alarmante y China, como un verdadero amigo, está dispuesta a apoyar al país a través de canales bilaterales y multilaterales”.
Sería muy efectivo para lograr un clima de confianza y paz a nivel internacional, que Occidente y Estados Unidos dejaran de señalar a China como “otra potencia colonizadora” porque con esto se va creando una matriz de opinión muy negativa, y relega a segundo plano la esencia del asunto: El gobierno y el Partido Comunista chino, e incluso los empresarios privados que invierten en África, no le exigen ningún condicionamiento político y mucho menos pretende, como la Casa Blanca la de todos los tiempos, que siga sus mismos preceptos de democracia.
Esto para nada justifica la situación de Guerra en Sudán del Sur, en donde la ONU situó 10 mil Cascos Azules, en un intento por mediar en un conflicto que afecta a 12 millones de personas. Desde diciembre de 2013, a dos años de su independencia, estalló un enfrentamiento entre el presidente Salva Kiir y su vice Reik Machar. El primero de la etnia dinka y el segundo de la etnia nuer.
Y llegado a este punto recuerdo la celebre frase victoriana de “Divide y vencerás” que le ha costado tanto a las nacionalidades del llamado Tercer Mundo. Como siempre la principal afectada es la población: Para Sudán del Sur se calcula en más de tres millones y medios de desplazados- en Uganda hay un millón 300 mil refugiados, y en el vecino Sudán (del que se desprendió) hay otros 350 mil. Guadi Calvo, analista Internacional argentino, especializado en África, Medio Oriente y Asia Central escribió en Rebelión que esta guerra “ha provocado, la destrucción de miles de sembradíos por lo que el país está técnicamente en estado de hambruna desde febrero de 2016”.
De ahí que sería adecuado y éticamente correcto que la Gran Prensa le reconociera este gesto a China, pero sería como pedirle “peras al olmo”, puesto que esos medios de comunicación están estrechamente relacionales con las transnacionales cuyos intereses en África los vuelven automáticamente enemigos de los chinos.
Presencia añeja
No obstante, hay una variable que se escapa a esa animadversión. Bohemia.cu publicó por el 25 de mayo, Día de África, una entrevista a Sidenio Acosta, especialista de África subsahariana, del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, MINREX, quien hizo memoria de que “los primeros mercaderes chinos llegaron a África Oriental en el siglo XV, en lo que fuera una misión comercial. La presencia de China en África comienza a ser significativa a partir del período de descolonización. China aumentó progresivamente su cooperación con el continente africano, para llegar en esta última década a convertirse en uno de los principales socio comerciales de África. En la actualidad Occidente se muestra preocupado con la creciente participación de China en diversos proyectos de desarrollo en el continente. China ha representado para África una opción de intercambio de mutuo interés y beneficios, donde se hace evidente para los países africanos la cooperación en diversos sectores socioeconómicos”.
La tendencia es hacia el incremento: el volumen comercial entre China y los países africanos aumentó un 16,8 por ciento interanual en el primer trimestre de 2017 y se situó en 38 mil 800 millones de dólares. Las importaciones chinas de África aumentaron un 46 por ciento, hasta los 18 mil 400 millones de dólares, y las exportaciones bajaron un uno por ciento interanual, hasta los 20 mil 500 millones de dólares, en comparación con una reducción del 18 por ciento durante el mismo periodo del año anterior.
Sun Jiwen, portavoz del Ministerio de Comercio, atribuyó el crecimiento a la implementación de 10 importantes programas de colaboración propuestos en la Cumbre de Johannesburgo del Foro de Cooperación China-África en 2015, que incluyen préstamos libres de interés y políticas preferenciales. Aseveró asimismo que las dos partes buscan suscitar la cooperación económica bilateral y llevarla a un nivel superior este año.
Entonces, en el precepto martiano de que “Honrar, honra”, es más que merecido destacar una “simple” nota de una agencia latinoamericana de noticias. En primer lugar, porque también gracias a gestos solidarios como estos es que la Revolución cubana ha logrado sobrevivir al bloqueo estadounidense, “compartiendo lo que tenemos, no lo que nos sobra” con nuestros ancestros africanos, convencidos de que ellos mismos entenderán la ventaja de solucionar sus diferencias en paz.
Desafío
En 2009 la Historia cambió: China superó a Estados Unidos, convirtiéndose en el mayor socio comercial africano. Esto se hizo más fuerte tras la visita del presidente del gigante asiático, Xi Jinping, en el año 2013 y del primer ministro Li Keqiang. Entonces China mostró su disposición de reducir el papel de los recursos naturales en las relaciones entre China y África y centrarse más en la cooperación sobre el desarrollo, incluida la infraestructura, recursos humanos, redes de transporte y medicina.
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