mercredi 28 février 2018


Cuba, Destacada, EEUU, Marco Velázquez Cristo, Prensa

The New York Times: ¿Adversario o cómplice de Trump?


Por: Marco Velázquez Cristo.

En noviembre del 2017 el periódico The New York Times publicó un artículo que tituló, “Estamos con un estúpido” en el que criticaba a Trump y lo acusaba de mentir de forma reiterada durante sus primeros 300 días de gobierno, asegurando que como promedio decía 5 mentiras al día, quejándose de que al mentir sistemáticamente la Casa Blanca un gran porcentaje de la población no podía distinguir los hechos de la ficción.

Al parecer el influyente medio tampoco logra discernir entre ficción, mejor, deseos y realidad. Su artículo publicado el 26 de este mes, “Adiós Castros, Hola Partido Comunista”, lo confirma: en él sostiene que, en Cuba, el partido participa en las elecciones, no existe libertad, el ejército controla la economía y la democracia está ausente, entre otras afirmaciones que se apartan de la verdad y demuestran su desconocimiento de nuestra realidad o su mala intención al reflejarla distorsionadamente.

En esencia hacen lo que le critican a Trump: mentir.

Al margen de sus “inexactitudes”, es un texto injerencista que incita a la desestabilización del país como veremos más adelante.

El Times pretende darle consejos al Partido Comunista de Cuba, haciéndole un llamado a desmarcarse del gobierno e influir para que se instaure un sistema electoral al estilo occidental, donde participen múltiples partidos. Endulzan la píldora aduciendo diversas ventajas que según el periódico tendría el PCC en unas elecciones de ese tipo. Si esto no es injerencia, ¿qué cosa es?

Pero el rotativo va más lejos, lo cito: “Quizás la única presión posible para una mayor democracia después de la sucesión podría provenir de un conflicto entre el partido y el ejército. (…) Es concebible que un eventual conflicto entre ellos pueda producir un terremoto político, que en teoría podría conducir a una transición política”, fin de la cita.

La posibilidad de tal enfrentamiento en Cuba, no existe, el ejército es el pueblo uniformado y el partido la vanguardia de ese pueblo, miles de sus militantes son parte de ese ejército, unidos en un todo indivisible, orientado a un objetivo común la construcción del socialismo, por lo tanto, la incitación del medio, es un sinsentido carente de cualquier tipo de influencia sobre los sectores a los que está dirigido, como tampoco la tiene sobre el resto de la sociedad cubana.

Lo importante es que este artículo posicionado por el periódico más influyente de EE.UU, señala la existencia dentro de los círculos de poder norteamericanos de la intención de retrotraer a América Latina, a la época de los golpes de estado y las dictaduras militares, y desconociendo el derecho de autodeterminación de los pueblos, imponer gobiernos títeres que les garanticen el dominio de la región y el apoderarse de sus recursos naturales. Recordemos las declaraciones de Rex Tillerson donde realizó parecida incitación al ejército de la hermana República Bolivariana de Venezuela.

En las condiciones de países donde la CIA y otras agencias de espionaje y subversión norteamericanas le garantizan a su gobierno una gran influencia sobre las cúpulas militares, llamados como el de Tillerson y el Times podrían conducir al derramamiento de sangre y la pérdida de vidas humanas.

The New York Times con su publicación no solo se alinea con esa política imperial retrograda e inmoral, sino que se convierte en vocero de ella y demuestra su dependencia del gran capital, y de las políticas que responden a este.

Debería el afamado diario dejar de instigar enfrentamientos fuera de su país y usar su influencia para detener la venta de armas dentro del suyo, esas que ciegan la vida de miles de norteamericanos, incluyendo niños, cada año, vidas, que parecen no importarle ni al medio ni a sus dueños.

A tenor con todo esto, vale preguntarse:

¿Cuál es el concepto de justicia y de ética periodística que tiene The New York Times?, ¿Dónde está su supuesta independencia y apego a la verdad?, ¿Dónde dejó sus desavenencias con Trump?

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire