Un mérito más de la Cuba revolucionaria
Por Anabel Madiedo Oropeza*
Un inolvidable 1ro de marzo de 1999 fue fundada, en La Habana, la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), por iniciativa de nuestro líder histórico Fidel Castro Ruz para dar respuesta a dos terribles huracanes, George y Mitch, que azotaron Centroamérica.
Muchas han sido las historias de solidaridad escritas en ese recinto estudiantil desde su creación hasta la actualidad, y es que, como parte del Programa Integral de Salud que lleva a cabo nuestro país, la ELAM se levanta como una de las más altruistas evidencias de ese principio básico de la Revolución Cubana: el internacionalismo.
En muchos países del planeta la demanda de médicos es elevada y su formación insuficiente, por eso, los habitantes de menores ingresos y de zonas menos accesibles, reciben numerosos beneficios cuando estos médicos formados en Cuba se entregan a la noble tarea una vez graduados.
El Sistema de Salud Pública Cubano garantiza para estos jóvenes de unos 122 países, incluido Estados Unidos, los recursos necesarios para su formación y su residencia en la Isla hasta concluir sus estudios como médicos generales. Además, se les ofrece la oportunidad de realizar especialidades en Cuba.
Esta es una obra de infinito amor, pues en su esencia forma médicos para los más necesitados en el mundo y sin costo alguno. Esta es una valiosa escuela, que bajo el concepto fidelista de “Médicos de ciencia y de conciencia”, trabaja en la formación integral de jóvenes como profesionales de la salud, con elevado nivel científico y humanista.
Actualmente varios de los funcionarios representantes de los sistemas de salud de los países favorecidos con el programa de formación de médicos de la ELAM, son profesionales egresados de esta academia. Además, se ha logrado impacto en los índices de salud de muchos de los países con la participación de sus graduados.
Hasta hoy, la ELAM ha graduado 28 mil 500 médicos de 103 países, sustentados en la idea de Fidel: “Habrán de regresar con tanta ciencia como conciencia”.
No existe un programa similar en ningún país del mundo que tenga como objetivo la formación de profesionales de la salud para los más necesitados, con la participación de profesores de las universidades y facultades médicas cubanas. Este es un mérito más de la Cuba revolucionaria.
*Médico internacionalista cubana
Fuentes: