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En vísperas de la reunión entre Donald Trump y Xi Jinping en el G20 se realizaron maniobras conjuntas entre las Fuerzas Aéreas de EEUU y las de Japón en el mar de China Oriental. ¿Qué intentó decir Washington con ese gesto y por qué Pekín mantiene la calma? El columnista de Sputnik Alexandr Jrolenko ofrece una explicación al respecto.
El hecho de que los bombarderos norteamericanos B-1B pasaran el 8 de julio sobre el mar de China Meridional en la zona de disputas territoriales pone de manifiesto la actitud de EEUU que trata de enseñar sus músculos a China. A pesar de este incidente, Pekín ha mantenido la calma y no ha comentado lo sucedido, aunque ha declarado en reiteradas ocasiones que una serie de islas de esta región forman parte integral de su territorio. No obstante, Washington califica esta zona como un espacio aéreo y marítimo internacional.
La llegada del portaviones Liaoning y tres buques más a Hong Kong y la visita a la región del presidente de China, Xi Jinping, llevada a cabo el 29 de junio, forman parte de las celebraciones por el 20º aniversario del restablecimiento de la soberanía china sobre la excolonia británica.
"La visita de grupo de portaviones a Hong Kong es básicamente una continuación lógica de las ideas de Xi Jinping: 'un país: dos sistemas'. Las líneas perfectas del buque persuaden mejor que las palabras en la fuerza y potencial del país", afirma Jrolenko.
Liaoning es, de hecho, una versión china ligeramente modificada del portaviones Variag de la clase Almirante Kuznetsov, comprado por Pekín en 1998. El buque de fabricación soviética, más tarde denominado Liaoning, fue completamente reconstruido y remodelado con fines de entrenamiento.
El segundo buque militar de este tipo, el 001A, fue botado el 23 de abril cuando el gigante asiático celebraba el Día de la Armada y es completamente de producción doméstica.
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China planifica crear seis equipos de ataque y una multitud de bases marítimas militares por todo el mundo.
Changsha y Yuncheng, en el mar Báltico
Pekín envío su novedoso destructor Changsha —del proyecto 052D— junto con la fragata Yuncheng —del proyecto 054A— y el navío de apoyo Lomahu al mar Báltico con el objetivo de participar en las maniobras ruso-chinas Cooperación Marítima 2017.
Según el Ministerio de Defensa chino, las maniobras se realizarán en dos etapas desde mediados de julio hasta mediados de septiembre en el mar Báltico, mar de Ojotsk y el mar de Japón (mar del Este).
Los dos temas principales de las maniobras en el Báltico serán las operaciones de rescate conjuntas y la garantía de seguridad de las actividades comerciales en el mundo. Sin embargo, la revista estadounidense Newsweek ha afirmado que "en los juegos militares de Rusia y la OTAN en Europa apareció un nuevo jugador: China". Los titulares de la prensa europea son también muy llamativos, por ejemplo, 'China y Rusia lanzan un desafío a la OTAN en el mar Báltico'.
"Son altas las apuestas en la región. A través del mar de China Meridional pasan los buques que garantizan el 75% del suministro del petróleo a la región Asia Pacífico, incluido el 40% de la demanda china. El volumen anual del 'comercio marítimo' se estima en 5 billones de dólares, de los cuales 1,2 billones son de las operaciones estadounidenses. Estas cifras justifican las discrepancias entre Pekín y Washington y sus preocupaciones por la seguridad marítima", alerta el experto.
El desarrollo de la Armada china es una condición indispensable para garantizar el suministro de los hidrocarburos de los países del África del Norte, de Oriente Próximo, es decir, un factor imprescindible para garantizar el crecimiento económico del país.
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En la plataforma del mar de China Meridional se hallan ricos yacimientos de petróleo y gas. Pekín ha anunciado oficialmente en 2014 sus derechos sobre las islas de Spratly y un año más tarde publicó una nueva estrategia militar, en la que la Marina de guerra china pasa de la protección solo de las zonas costeras a garantizar la seguridad de toda la zona oceánica. Asimismo, China se reservó el derecho de efectuar ataques preventivos locales en caso de una amenaza a la defensa o las fronteras del país. Washington, evidentemente, tiene de qué preocuparse, concluye Jrolenko.
"La tranquilidad manifestada hoy por el Gobierno chino no es algo casual. La Armada de la República Popular de China cada vez domina más las zonas cercanas y lejanas del océano mundial, así que ha llegado la hora de que el Pentágono se preocupe, debido que hasta hace poco había controlado con firmeza casi todas las vías importantes marítimas, despreciando a la Armada china", señala Jrolenko.
Liaoning en Hong KongLa llegada del portaviones Liaoning y tres buques más a Hong Kong y la visita a la región del presidente de China, Xi Jinping, llevada a cabo el 29 de junio, forman parte de las celebraciones por el 20º aniversario del restablecimiento de la soberanía china sobre la excolonia británica.
"La visita de grupo de portaviones a Hong Kong es básicamente una continuación lógica de las ideas de Xi Jinping: 'un país: dos sistemas'. Las líneas perfectas del buque persuaden mejor que las palabras en la fuerza y potencial del país", afirma Jrolenko.
Liaoning es, de hecho, una versión china ligeramente modificada del portaviones Variag de la clase Almirante Kuznetsov, comprado por Pekín en 1998. El buque de fabricación soviética, más tarde denominado Liaoning, fue completamente reconstruido y remodelado con fines de entrenamiento.
El segundo buque militar de este tipo, el 001A, fue botado el 23 de abril cuando el gigante asiático celebraba el Día de la Armada y es completamente de producción doméstica.
Más: Nunca antes visto: China muestra detalles de su portaviones (vídeo)
China planifica crear seis equipos de ataque y una multitud de bases marítimas militares por todo el mundo.
Changsha y Yuncheng, en el mar Báltico
Pekín envío su novedoso destructor Changsha —del proyecto 052D— junto con la fragata Yuncheng —del proyecto 054A— y el navío de apoyo Lomahu al mar Báltico con el objetivo de participar en las maniobras ruso-chinas Cooperación Marítima 2017.
Según el Ministerio de Defensa chino, las maniobras se realizarán en dos etapas desde mediados de julio hasta mediados de septiembre en el mar Báltico, mar de Ojotsk y el mar de Japón (mar del Este).
Los dos temas principales de las maniobras en el Báltico serán las operaciones de rescate conjuntas y la garantía de seguridad de las actividades comerciales en el mundo. Sin embargo, la revista estadounidense Newsweek ha afirmado que "en los juegos militares de Rusia y la OTAN en Europa apareció un nuevo jugador: China". Los titulares de la prensa europea son también muy llamativos, por ejemplo, 'China y Rusia lanzan un desafío a la OTAN en el mar Báltico'.
"Las publicaciones afirman que las maniobras en el mar Báltico, a las puertas de Europa, son un mensaje político para Trump y la OTAN: 'Rusia y China se apoyan y se defenderán'", subraya el columnista.
China incrementa vertiginosamente su potencial de defensa, renueva su parque de buques de la Armada y los aviones de las Fuerzas Aéreas. Y aunque hasta hace poco en la región Asia Pacífico dominaron las Fuerzas Armadas de EEUU, ahora el Pentágono supone que China tiene la intención de neutralizar el dominio técnico-militar de Washington.
© AFP 2017/ STR
El desarrollo de la Armada china es una condición indispensable para garantizar el suministro de los hidrocarburos de los países del África del Norte, de Oriente Próximo, es decir, un factor imprescindible para garantizar el crecimiento económico del país.
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En la plataforma del mar de China Meridional se hallan ricos yacimientos de petróleo y gas. Pekín ha anunciado oficialmente en 2014 sus derechos sobre las islas de Spratly y un año más tarde publicó una nueva estrategia militar, en la que la Marina de guerra china pasa de la protección solo de las zonas costeras a garantizar la seguridad de toda la zona oceánica. Asimismo, China se reservó el derecho de efectuar ataques preventivos locales en caso de una amenaza a la defensa o las fronteras del país. Washington, evidentemente, tiene de qué preocuparse, concluye Jrolenko.
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