Una mirada a las apreciaciones sobre la economía cubana (I)
Por: Marco Velázquez Cristo.
La economía cubana, situación actual, problemas, propuestas de soluciones, implicaciones hacia lo social de las medidas que se adopten y pronósticos sobre sus posibles tendencias, son temas abordados de forma diferente por diversos autores. Es lo normal, lo que si resulta significativo es que especialistas como Pedro Monreal y Esteban Morales, que se precian de ser revolucionarios, incorporen en sus análisis mensajes que trasmiten incertidumbre, desaliento y desconfianza sobre la capacidad de la dirección del país y de los que hoy dirigen el sector económico de poder apreciar con objetividad la situación en que se encuentra el mismo, cargados de subjetivismos y de propuestas que se alejan del proyecto social que estamos construyendo.
En contraste existen otros expertos como el Doctor en Ciencias Económicas, Investigador Titular, Profesor Titular, Profesor de Mérito y Ministro de Economía y Planificación de Cuba en los años más duros del llamado Período Especial, José Luis Rodríguez García, que evalúan estos temas, con mayor objetividad, de forma crítica pero argumentada, señalan los problemas, sus causas, valoran los riesgos y proponen soluciones, que no implican hacer concepciones que comprometan el rumbo socialista de nuestro proyecto social.
Veamos como Pedro Monreal y Esteban Morales aprecian un mismo problema de forma diferente a la de José Luis Rodríguez.
En uno de sus innumerables artículos Monreal, dice, “…no se puede emprenderse un saneamiento de la empresa estatal si no existe la posibilidad de transferir trabajadores y medios productivos hacia entidades cooperativas y privadas que pudieran encargarse de darle una utilización eficiente a esos recursos para crear valor”.
Esteban Morales, en un comentario que bien pudo ser un post, apoyando una entrada publicada en Segunda Cita de Pedro Monreal dice,” “Pero ahora vamos paulatinamente acumulando un conjunto de errores, pifias, miedos, lentitudes, que nos vienen cercando (…) Observándose en el ambiente social existente, que la gente está, cansada, incrédula, molesta, desesperanzada (…) . Hay una terrible y destructiva campaña contra Cuba, que saca provecho de cualquier cosa”.
Más adelante, ratificando lo anterior y de paso haciéndole la pala a Monreal, expresa: “… todo eso se debe al miedo aterrador, enfermizo, que le tenemos a dar un espacio, lógico, a la propiedad privada entre nosotros. Miedo a darle el lugar que le corresponde y sin la cual nuestro proceso socialista no podrá avanzar…” fin de la cita.
Debo señalar antes de continuar con el tema económico, que Morales le hace un inestimable aporte a esa campaña que menciona y que realmente existe, diciendo cosas como las que señalé o como esta, lo cito, “Lean sobre la represión que hay contra el trabajo por cuenta propia en Holguín”. Un reportero de Martí Noticias no lo podría haber hecho mejor.
Ambos autores no aportan datos u otros argumentos válidos para sustentar sus criterios o valoraciones.
Por su parte José Luis Rodríguez en cinco trabajos publicados desde enero hasta el 26 de marzo de este año, en CUBADEBATE, titulados, “Cuba y su economía: El 2017 recién concluido y un 2018 que apenas comienza”, nos brinda un enfoque diferente, observemos estas ideas y planteameintos suyos:
“Aplicar medidas de estimulación que frenen el éxodo de trabajadores calificados del sector estatal, especialmente de sectores como la educación y la ciencia, que comprometen los recursos humanos para el desarrollo del país. Para ello incrementar gradualmente el salario de los sectores de educación y ciencia, tomando en cuenta las experiencias anteriores con el sector de la salud y el deporte, entre otros”.
“Durante el 2017 se continuó la implementación de la política económica y social aprobada, pero continuaron sin una decisión las regulaciones –en revisión desde agosto- para la operación del sector privado y cooperativo no agropecuario, así como el inicio del proceso de reunificación monetaria y cambiaria, medida esta última, que continúa siendo la más compleja y difícil de todo el programa de transformaciones indispensables a emprender, con dificultades que se han incrementado a partir de los limitados crecimientos de la economía desde el 2016 y la elevada tensión financiera que enfrenta el país”.
“En medio de este complicado panorama, pero sin perder el ánimo, el país se ha propuesto crecer un 2% en el actual año. Apoyan ese incremento esperado el aumento en un 12% del nuevo valor creado en el sector de la construcción, que debe –a su vez- apoyar inversiones por 10 800 millones de pesos, para un incremento del 22,4% en un año y del 66% en relación al 2016. Por su parte, se destinarán en el Presupuesto 2018, 3 707 millones de pesos del gasto público a apoyar las inversiones y 15 591 millones al financiamiento de las exportaciones y a la sustitución de importaciones, cifras que aumentan un 33,2 y un 9,1% respectivamente en relación al año anterior”.
“El estado debe ir introduciendo una política que estimule la inversión de las ganancias del sector no estatal en la creación de empresas mixtas con el Estado o en la creación de fondos de inversión conjuntos”, fin de las citas.
Lo acertado es lo que está planteando Rodríguez, quien sustenta su análisis con datos y argumentos que se apoyan en la realidad económica del país, evita la especulación, no utiliza epítetos ofensivos, trasmite optimismo. Apuesta por medidas que no debiliten el sector estatal, ni el control del estado sobre los principales procesos económicos de la nación, tal es así, que no sugiere crear empresas totalmente privadas, sino mixtas, y es conocido que como política en Cuba el estado en este tipo de asociación económica es el socio mayoritario, lo que le garantiza el control de las principales decisiones y de estas en general.
Por el contrario, las propuestas de Morales y Monreal van en la dirección contraria, algo así como un neoliberalismo light, por nombrarlo de alguna forma.
Si hiciéramos lo que desean estaríamos comprometiendo además del control del estado sobre la economía, resquebrajando su poder político. ¿Es eso lo que anhelan?
Si alguien pudiera pensar que lo que hemos afirmado en el párrafo anterior es fruto de paranoia anti propiedad privada o de un pensamiento extremista, puede consultar el libro “La mano visible del Mercado”, de la Doctora en Ciencias Políticas y Profesora Titular del Departamento de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Simón Bolívar de Venezuela Pasqualina Curcio, que en el demuestra que, no existe la “mano invisible” de la que habló Adam Smith, que según este, garantiza la eficiencia de los mercados y el bienestar social, ella afirma que, “…no existe tal mano invisible que permite alcanzar el bienestar de todos sin que el Estado intervenga, (…) por el contrario, existen manos visibles cuyo poder les ha permitido influir sobre mercados particulares y sobre economías enteras en búsqueda de su propia conveniencia, económica y política…” Ella le da la razón a José Luis.
Los llamados “sitios alternativos” tan propensos a mostrarse como paladines de la diversidad de pensamiento y la unidad, para los que “cualquier” idea es válida, critican a la prensa estatal vacíos informativos, le reclamaron al Granma publicar solo a autores que censuraban a lo que se ha dado en llamar “Centrismo” y no a los que lo defendían, hoy ignoran inexplicablemente los trabajos del destacado economista José Luis Rodríguez García, impidiéndole a sus lectores conocer una apreciación diferente sobre la economía cubana. La hipocresía es evidente, deberían preguntarse si eso tiene algo que ver con la pluralidad que proclaman.
Termino, “por ahora” como dijera Chávez.
La economía cubana, situación actual, problemas, propuestas de soluciones, implicaciones hacia lo social de las medidas que se adopten y pronósticos sobre sus posibles tendencias, son temas abordados de forma diferente por diversos autores. Es lo normal, lo que si resulta significativo es que especialistas como Pedro Monreal y Esteban Morales, que se precian de ser revolucionarios, incorporen en sus análisis mensajes que trasmiten incertidumbre, desaliento y desconfianza sobre la capacidad de la dirección del país y de los que hoy dirigen el sector económico de poder apreciar con objetividad la situación en que se encuentra el mismo, cargados de subjetivismos y de propuestas que se alejan del proyecto social que estamos construyendo.
En contraste existen otros expertos como el Doctor en Ciencias Económicas, Investigador Titular, Profesor Titular, Profesor de Mérito y Ministro de Economía y Planificación de Cuba en los años más duros del llamado Período Especial, José Luis Rodríguez García, que evalúan estos temas, con mayor objetividad, de forma crítica pero argumentada, señalan los problemas, sus causas, valoran los riesgos y proponen soluciones, que no implican hacer concepciones que comprometan el rumbo socialista de nuestro proyecto social.
Veamos como Pedro Monreal y Esteban Morales aprecian un mismo problema de forma diferente a la de José Luis Rodríguez.
En uno de sus innumerables artículos Monreal, dice, “…no se puede emprenderse un saneamiento de la empresa estatal si no existe la posibilidad de transferir trabajadores y medios productivos hacia entidades cooperativas y privadas que pudieran encargarse de darle una utilización eficiente a esos recursos para crear valor”.
Esteban Morales, en un comentario que bien pudo ser un post, apoyando una entrada publicada en Segunda Cita de Pedro Monreal dice,” “Pero ahora vamos paulatinamente acumulando un conjunto de errores, pifias, miedos, lentitudes, que nos vienen cercando (…) Observándose en el ambiente social existente, que la gente está, cansada, incrédula, molesta, desesperanzada (…) . Hay una terrible y destructiva campaña contra Cuba, que saca provecho de cualquier cosa”.
Más adelante, ratificando lo anterior y de paso haciéndole la pala a Monreal, expresa: “… todo eso se debe al miedo aterrador, enfermizo, que le tenemos a dar un espacio, lógico, a la propiedad privada entre nosotros. Miedo a darle el lugar que le corresponde y sin la cual nuestro proceso socialista no podrá avanzar…” fin de la cita.
Debo señalar antes de continuar con el tema económico, que Morales le hace un inestimable aporte a esa campaña que menciona y que realmente existe, diciendo cosas como las que señalé o como esta, lo cito, “Lean sobre la represión que hay contra el trabajo por cuenta propia en Holguín”. Un reportero de Martí Noticias no lo podría haber hecho mejor.
Ambos autores no aportan datos u otros argumentos válidos para sustentar sus criterios o valoraciones.
Por su parte José Luis Rodríguez en cinco trabajos publicados desde enero hasta el 26 de marzo de este año, en CUBADEBATE, titulados, “Cuba y su economía: El 2017 recién concluido y un 2018 que apenas comienza”, nos brinda un enfoque diferente, observemos estas ideas y planteameintos suyos:
“Aplicar medidas de estimulación que frenen el éxodo de trabajadores calificados del sector estatal, especialmente de sectores como la educación y la ciencia, que comprometen los recursos humanos para el desarrollo del país. Para ello incrementar gradualmente el salario de los sectores de educación y ciencia, tomando en cuenta las experiencias anteriores con el sector de la salud y el deporte, entre otros”.
“Durante el 2017 se continuó la implementación de la política económica y social aprobada, pero continuaron sin una decisión las regulaciones –en revisión desde agosto- para la operación del sector privado y cooperativo no agropecuario, así como el inicio del proceso de reunificación monetaria y cambiaria, medida esta última, que continúa siendo la más compleja y difícil de todo el programa de transformaciones indispensables a emprender, con dificultades que se han incrementado a partir de los limitados crecimientos de la economía desde el 2016 y la elevada tensión financiera que enfrenta el país”.
“En medio de este complicado panorama, pero sin perder el ánimo, el país se ha propuesto crecer un 2% en el actual año. Apoyan ese incremento esperado el aumento en un 12% del nuevo valor creado en el sector de la construcción, que debe –a su vez- apoyar inversiones por 10 800 millones de pesos, para un incremento del 22,4% en un año y del 66% en relación al 2016. Por su parte, se destinarán en el Presupuesto 2018, 3 707 millones de pesos del gasto público a apoyar las inversiones y 15 591 millones al financiamiento de las exportaciones y a la sustitución de importaciones, cifras que aumentan un 33,2 y un 9,1% respectivamente en relación al año anterior”.
“El estado debe ir introduciendo una política que estimule la inversión de las ganancias del sector no estatal en la creación de empresas mixtas con el Estado o en la creación de fondos de inversión conjuntos”, fin de las citas.
Lo acertado es lo que está planteando Rodríguez, quien sustenta su análisis con datos y argumentos que se apoyan en la realidad económica del país, evita la especulación, no utiliza epítetos ofensivos, trasmite optimismo. Apuesta por medidas que no debiliten el sector estatal, ni el control del estado sobre los principales procesos económicos de la nación, tal es así, que no sugiere crear empresas totalmente privadas, sino mixtas, y es conocido que como política en Cuba el estado en este tipo de asociación económica es el socio mayoritario, lo que le garantiza el control de las principales decisiones y de estas en general.
Por el contrario, las propuestas de Morales y Monreal van en la dirección contraria, algo así como un neoliberalismo light, por nombrarlo de alguna forma.
Si hiciéramos lo que desean estaríamos comprometiendo además del control del estado sobre la economía, resquebrajando su poder político. ¿Es eso lo que anhelan?
Si alguien pudiera pensar que lo que hemos afirmado en el párrafo anterior es fruto de paranoia anti propiedad privada o de un pensamiento extremista, puede consultar el libro “La mano visible del Mercado”, de la Doctora en Ciencias Políticas y Profesora Titular del Departamento de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Simón Bolívar de Venezuela Pasqualina Curcio, que en el demuestra que, no existe la “mano invisible” de la que habló Adam Smith, que según este, garantiza la eficiencia de los mercados y el bienestar social, ella afirma que, “…no existe tal mano invisible que permite alcanzar el bienestar de todos sin que el Estado intervenga, (…) por el contrario, existen manos visibles cuyo poder les ha permitido influir sobre mercados particulares y sobre economías enteras en búsqueda de su propia conveniencia, económica y política…” Ella le da la razón a José Luis.
Los llamados “sitios alternativos” tan propensos a mostrarse como paladines de la diversidad de pensamiento y la unidad, para los que “cualquier” idea es válida, critican a la prensa estatal vacíos informativos, le reclamaron al Granma publicar solo a autores que censuraban a lo que se ha dado en llamar “Centrismo” y no a los que lo defendían, hoy ignoran inexplicablemente los trabajos del destacado economista José Luis Rodríguez García, impidiéndole a sus lectores conocer una apreciación diferente sobre la economía cubana. La hipocresía es evidente, deberían preguntarse si eso tiene algo que ver con la pluralidad que proclaman.
Termino, “por ahora” como dijera Chávez.
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